1. Ser / Sentimientos
Es importante que veamos que el fruto del Espíritu nos dice lo que Cristo “es”. Estas son cualidades de Su “ser”.
Cristo no sólo es amoroso, sino también amor. No sólo es alegre, es gozo. No sólo es pacífico, más también paz. Cuando tenemos a Cristo en nuestro interior, tenemos el amor, el gozo y la paz que es Cristo. Por lo tanto, como resultado de lo que tenemos y de lo que somos en Él, también podemos ser amorosos, alegres y pacíficos.
Tomemos el fruto del gozo como un ejemplo.
Tenemos gozo a pesar de si nos gusta o no, pues tenemos a Cristo en nuestro interior. Él dijo que nunca nos dejaría ni nos abandonaría, tampoco lo hará Su gozo. La sensación o la emoción del gozo sigue a nuestra fe en ese hecho. Es la respuesta emocional a la realidad espiritual. El gozo del Señor es nuestra fortaleza, y procede de Él Mismo.
El fruto del gozo puede ser expresado de maneras diferentes. A veces puede ser muy brillante, alto y vivo. La gente puede cantar, gritar y reír:
“Has vuelto mi lamento en danza. Has cambiado mis ropas de tristeza en las de gozo. Mi corazón cantará a Ti y no quedará en silencio. Oh, Señor, mi Dios, te daré gracias por siempre” (Sal 30:11, 12).
En otras ocasiones la alegría del Señor puede llegar a correr como un río fuerte y tranquilo. Puede incluso llevar al fruto de la paz, al igual que un color en el arco iris se mezcla con el siguiente.