Olviden
No lamenten nada. Ni siquiera los pecados y defectos. Cuando un hombre mira las maravillas de la tierra desde la cima de una montaña no pierde el tiempo pensando en las piedras, los tropiezos, los desmayos o fracasos que hubo mientras escalaba.
Así ocurre con ustedes. Inspiren las ricas bendiciones de cada nuevo día... Olviden lo que ha quedado atrás.
El hombre está hecho para poder cargar el peso de veinteicuatro horas no más. Si carga con el peso de los años pasados y los días por venir., su espalda se rompe. He prometido ayudarles con la carga de hoy solamente, el pasado lo he quitado de encima de ustedes, y si deciden - tontos corazones - volver a levantar ese peso y cargarlo, entonces de hecho están burlándose de mi si esperan que ayude a llevarlo.
Porque cada día termina, para bien o para mal. Lo que queda por vivir, las veinticuatro horas venideras, han de enfrentarlo cuando despierten.
Un hombre que marcha en la tierra solo lleva lo necesario para esa marcha. ¿Les apenaria que lleva también el peso insoportable de los zapatos y uniformes gastados en sus marchas de años anteriores? Y en la vida espiritual y mental, es esto lo que hace al hombre.
No me extraña que mi pobre mundo esté cansando, apenado.
No es así como han de actuar ustedes.
