miércoles, 1 de diciembre de 2010

Conocemos a Dios sólo a través de Jesús


A Dios nadie lo ha visto jamás (Jn 1,18). El en sí mismo es invisible (1 Tim 1,17).
Sabemos, Padre Dios, que durante esta vida nunca te podremos conocer del todo. Acá nadie te ha visto, ni te puede ver cara a cara (1 Tim 2,16). Ningún ser humano podría verte y seguir viviendo (Ex 33,20).
En la antigüedad te mostrabas desde el fuego y las nubes (Ex 14,24). A veces te presentabas bajo la apariencia de una llama ardiente, entre truenos y relámpagos (Ex 19,16), o en medio de una gran tempestad (Job 40,6).  Aveces tu presencia causaba terror y obscuridad (Gn 15,12).
Otras veces, en cambio, te manifiestabas en el murmullo de una suave brisa (1 Re 19,12).
Se te conoce un poco a la vista de tus creaturas. La grandeza y hermosura de las cosas creadas dan a conocer a su Creador, mucho más grande y hermoso (Sab 13,5). Tu gloria llena toda la tierra (Is 6,3).
Te conocemos especialmente a través de tu presencia liberadora en medio del dolor humano (Job 42,5).  Tú eres el Dios que ve y escucha la aflicción de las mujeres despreciadas como Agar (Gn 16,13). El que oye los gritos de los niños que están a punto de morir de hambre, como Ismael (Gn 21,17). Tú ves la humillación del pueblo y escuchas sus gritos cuando lo maltratan (Ex 3,7). Conoces los sufrimientos de los oprimidos (Ex 3,9), y existes en medio de su proceso de liberación (Ex 3,18).
Según los profetas, los que te buscan deben anhelar la justicia (Is 51,1). El que te conoce se preocupa de practicar la justicia con el desamparado y el pobre (Jer 22,16). Para conocerte según la verdad es imprescindible amar la justicia (Sab 1,1).
No debo nunca enorgullecerme de conocerte bien, como hacen los paganos (Sab 2,13). Pues el mundo ni te ve ni te conoce (Jn 14,17). No obstante, se puede dar un cierto grado de conocimiento tuyo que busco con ansias. Sí, Señor, tu rostro busco (Sal 24,6). Quiero tener inteligencia y conocerte cada vez mejor (Jer 9,23).
Tú hablaste en otro tiempo a nuestros antepasados por medio de los profetas (Heb 1,1). Pero ahora, llegada la etapa final, nos has hablado por medio de tu Hijo (Heb 1,2), que es reflejo resplandeciente de tu gloria divina e imagen perfecta de tu ser  (Heb 1,3). En Jesús, la vida que estaba junto a ti, Padre Dios, se ha hecho visible, y la hemos visto y oído  (1Jn 1,2).
Jesús dice que te te ha visto, pues viene de ti (Jn 6,46). El te conoce bien (Jn 10,15). Dice tus palabras (Jn 3,34). El que lo conoce a él te conoce también a ti (Jn 14,7).
El que ve a Jesús, ve al que lo ha enviado (Jn 12,45). El está en ti, Padre Dios, y tú en él (Jn 14,9). Por eso Jesús es el único que verdaderamente te da a conocer (Jn 1,18).
Señor Jesús, te suplico que me hagas conocer al Padre, pues nadie lo conoce sino tú y aquellos a quienes tú quieras darlo a conocer (Mt 11,27).
Por ello deseo ardientemente conocerte cada vez mejor, Jesús, pues tú eres la imagen visible del Dios invisible (Col 1,15).  En ti se da a los hombres la manifestación plena e irrepetible de Dios. Por tu medio Dios se ha hecho presente entre nosotros de un modo nuevo y único.
En ti, se ha hecho visible la bondad de Dios y su amor por los hombres (Tit 3,4). Como Sol naciente, nos has hecho ver la tierna bondad de nuestro Dios (Lc 1,78).
Enséñanos, Jesús, a conocer y adorar al Padre en Espíritu y en verdad (Jn 4,23). El Padre nos ha puesto en tus manos: haznos saber quién es él (Jn 17,6).  Y haznos buenos, como él es bueno (Mt 5,48).
Jesús, Maestro bueno, usando el poder que te dio el Padre, concédenos la vida eterna que, según tus palabras, consiste en conocer al único Dios verdadero y al que él envió (Jn 17,3).
Padre Justo, el mundo no te ha conocido, pero Jesús te conoce y nosotros hemos conocido que tú lo has enviado (Jn 17,25). El nos ha enseñado tu nombre y seguirá enseñándonoslo; y así el amor con que lo amas estará en nosotros y él mismo estará también en nosotros (Jn 17,26).
Que la gracia y la paz abunden entre nosotros por medio del conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor (2 Pe 1,2).

miércoles, 4 de agosto de 2010

ABENCOADO



Hola bendecido, la paz y la gracia;
Laurie Beth Jones en su libro "Jesús, el líder más grande que jamás haya existido", trae un interesante comentario en un diálogo que tuvo con un sussesso empresaria
-¿Cómo se puede tener éxito, le pide a Laurie.
La respuesta es sorprendente
-Cada vez que suena el teléfono me pregunto lo que el otro lado de la línea es el Señor Jesús, entonces me pongo a pensar sobre la mejor manera de servirle.
Bendito, tener un corazón en todo momento, listos para servir. Otros consideran que es mejor que yo lo que me hace caminar tanto éxito.
Tú eres el mejor de Dios, andar como tal.
Sed Santos
Es simplemente el buque en las manos del alfarero
El amor del Señor

Valdeci Mesquita de Oliveira

sábado, 17 de julio de 2010

ORAR

Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres. – 1 Timoteo 2:1. 

Orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él. - Salmo 32:6. 

Para orar verdaderamente es necesario conocer a Dios y su gracia. Es lógico que oremos por las necesidades de aquellos a quienes amamos, por nuestros allegados y por nosotros mismos. El campo de nuestras súplicas se amplía si pensamos en tantos cristianos que carecen de lo necesario o que sufren persecuciones. ¡Cómo no conmovernos en presencia de los sufrimientos que padecen tantas personas, estén cerca o lejos! Aun muchos de nuestros conciudadanos, que nos dan la sensación de estar saciados, tienen una urgente necesidad de conocer al Salvador. 

La Palabra de Dios nos invita a orar e interceder por todos los hombres. Así lo hacía una cristiana anciana que estaba enferma; hallándose en cama desde hacía meses, se dedicaba a la oración. A menudo, cuando tenía visitas, la conversación giraba en torno a los tiempos difíciles y la necesidad de poner la confianza en Dios. La enferma invitaba a los visitantes cristianos a reflexionar en lo siguiente: –Es necesario orar por los que no lo hacen y agradecer a Dios en su lugar por las bondades que reciben de Él con demasiada ingratitud. 

¡Es necesario orar por los que no saben hacerlo! Pensemos en ellos, nosotros que conocemos el amor de Dios tal como Jesús nos lo reveló. “La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16). 

Guayaquil

lunes, 12 de julio de 2010

El Famoso: “Démonos un tiempo”



“Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos”

Todos en algún momento de nuestra vida pasamos por ello, si no lo has pasado, lo pasaras tarde o temprano. Y es que en el noviazgo siempre hay cosas típicas que ocurren, no importa en que país vivas, ni que idioma hablas, siempre habrán cosas idénticas en el noviazgo no importando tu cultura.

Alguna vez has escuchado o dicho esta frase: “Mira, ¿Por qué no nos damos un tiempo, y pensamos bien las cosas?”.

Esa frase es típica en cualquier noviazgo que ha tenido roces o que las cosas no están saliendo como quisieran. Y es que el noviazgo no solo será color de rosas.

Quienes crean que el noviazgo se trata de andar de la mano con tu novia por un campo lleno de rosas y flores en donde de un árbol salen unas ardillitas muy bonitas comiéndose una nuez y en donde los pajaritos canten al ritmo de tus movimiento mientras en el cielo las nueves hacen una forma de corazón mientras tu te besas con tu amada, definitivamente están totalmente equivocados.

Si bien es cierto el noviazgo es una etapa única y linda en la vida del ser humano, no vamos por eso a obviar que también hay momentos tensos en donde la diferente forma de ver las cosas nos llevaran a tener mas de un roce, mas de una discusión o mas de un enojo.

¿Quién nunca se ha enojado en un noviazgo?, hay parejas que pasan mas tiempo enojadas que contentos, mas tiempo peleados que felices, yo me pregunto: ¿Qué tendrá de provecho esta clase de noviazgos?, absolutamente nada, al contrario lejos de ser provechosos se están dañando mutuamente con palabras que no deberían de salir de sus bocas, pero que el momento tenso y caliente los hace decir sin pensar en las consecuencias.

Y es que en esos momentos en donde las peleas están siendo el pan de cada día de un noviazgo, es donde aparece el famoso: “Démonos tiempo”.

¿Para que darse un tiempo? Muchos creen que el darse un tiempo ayudara a reflexionar sobre su relación, a saber si se hace falta el uno al otro, a saber si pueden vivir sin el otro o a darse cuenta que realmente no eran el uno para el otro. ¿Será cierto todo esto?

Personalmente pienso que esto se debe a la inmadurez, si, la inmadurez es criminal, mata relaciones amorosas. Los celos, los desprecios, la falta de atención, la desconfianza y todo aquello que lejos de abonar a la relación la van destruyendo poco a poco son una de las varias cosas que provocan llegar hasta esa decisión de: “darse un tiempo”.

Si tu me preguntaras: ¿Esta bien que me de un tiempo?, yo te contestaría: “¿Qué quieres lograr con eso?”, a lo que muchos me contestaran de las formas siguientes:

“Pensar bien las cosas”: ¿Entonces eso quiere decir que no lo pensaste antes de entablar ese noviazgo?, lastimosamente la mayoría de noviazgos se forman sin pensar, el simple hecho de sentirte atraído físicamente te hace creer que es el hombre o la mujer de tu vida. ERROR, las cosas se piensan antes de hacerlas y no cuando ya estas a medias, tu tenias que evaluar antes y no cuando la relación va avanzada, con esto lo que quiero decir es que TIENES QUE SER MAS RESPONSABLE CON TUS DECISIONES, no puedes andar jugando con los sentimientos de NADIE.

Otra respuesta tuya quizá fuera:

“Quiero saber si en verdad me va a hacer falta”: ¿Cómo es eso?, ¿Cómo crees que no te va a hacer falta una persona con la que tienes semanas, meses o años conviviendo y viéndola seguido?, lo que quiero decir es que TE VA A HACER FALTA, el hecho de darte un tiempo no implicara en nada con esta tu excusa, pues quieras o no, sea o no sea la chica o el chico para ti, TE VA A HACER FALTA, eso tenlo por seguro. Muchos quieren llenar ese vació con muchas cosas: deportes, amigos, pasatiempos, iglesia, etc. La única forma que en verdad no te haga falta es hacer un sobreesfuerzo para hacerte creer a ti mismo que no te hará falta, aun cuando sabes muy bien que te hace falta. Con esto lo que quiero decir es que “el saber si me va hacer falta” no es una excusa que tenga nada provechoso como para determinar algo en tu relación de noviazgo.

Otra de tus respuestas seria:

“Es que quiero sentirme libre nuevamente”: Entonces, ¿Para que entablaste un noviazgo?, hay muchos chicos y chichas que aun no están listos para el compromiso, pues todavía les gusta andar donde quieran, visitar y salir con sus amigos, hacer cualquier cosa a la hora que quieran, cosa que ahora ya no podrán hacer tan libremente como antes, ya que el hecho de tener un noviazgo implica que tendrás que apartar tiempo especial para tu novia o novio, y eso es algo que muchos no entienden. Quieren tener novia o quieren tener novio y seguir con su vida de soltero y sin compromiso.
Si realmente te querías sentirte libre, no tenias que involucrarte en una relación, porque si la otra persona acepto estar contigo es porque esperaba de ti que compartieras tu tiempo con ella o con el, OTRA MALA DECISION que viene de apresurarse a las cosas.

sábado, 3 de julio de 2010

LA DIFERENCIA EN RECIBIR Y SER BAUTIZADO EN EL ESPÍRITU




Vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días” (Hechos 1:5). 
Así que, ¿cuál es la diferencia entre recibir al Espíritu Santo y ser bautizados con el Espíritu Santo?
Si has reconocido a Jesús como tu Salvador, la presencia del Espíritu en tu vida, como una marca que te identifica, es un hecho irrefutable. Habitando y poseyendo nuestros espíritus, Él participa en todo tipo de limpieza de la casa: los áticos, los sótanos y los cobertizos de nuestras mentes, las voluntades, las emociones y los comportamientos.
El Espíritu Santo nos ayuda a captar verdades espirituales. Sin Él, no se tiene ninguna relación con el Señor. Esto puede sonar un poco redundante a lo que ya se ha dicho, pero nunca
es suficiente seguir enfatizándolo. El Espíritu Santo vive dentro del espíritu de cada creyente.
Jesús les dijo a Sus seguidores: “Recibid el Espíritu Santo” (Juan 20:22), y ellos lo hicieron. Pero varias semanas después, Él les anunció a esos mismos discípulos: “y así sucedió en el día que ahora conocemos como Pentecostés, cuando en forma manifiesta les fue conferido poder mediante el Espíritu Santo en el aposento alto”. (Hechos 2:1-4.) En este ejemplo sencillo podemos ver que una cosa es recibir al Espíritu en tu vida y otra es ser bautizados en Él. Mientras que los dos acontecimientos pueden ocurrir simultáneamente, y con frecuencia así sucede, no son idénticos, como podemos ver en algunos ejemplos de la vida de la iglesia primitiva.
La presencia del Espíritu te da vida (espiritual). El bautismo con el Espíritu te da poder (espiritual) milagroso, no-disponible-de-otra-manera para que puedas compartir esa vida con otros.
Por esta razón, Jesús les dijo a Sus discípulos que llevaran el evangelio a todo el mundo, pero sólo hasta después de recibir “poder [milagroso]” al ser “bautizados con el Espíritu
Santo” (Hechos 1:5, 8).
Aunque no es una comparación exacta, es un poquito como la diferencia entre lo que el Señor quiere hacer en ti, y lo que quiere hacer a través de ti.
El Espíritu Santo en la vida de un creyente es como tener un pozo de agua en su propiedad. Ser bautizado con el Espíritu es como tener una bomba de agua potente en ese pozo o que debido a algún movimiento telúrico del manto acuífero del subsuelo, repentinamente salieran chorros de agua del pozo convirtiéndolo en un géiser, permitiéndole a la persona irrigar mucho más hectáreas de cosechas.
O piensa en la diferencia entre el aire y el viento. No podrías vivir sin aire y no podría haber viento sin aire, pero el viento es una actividad y fuerza adicional mediante la cual el aire es puesto en movimiento para mover otras cosas.
El Señor
quiere que seamos más que vivificados en Su Espíritu; Él anhela que experimentemos Su Espíritu como un viento poderoso y recio (no solo una presencia) moviéndonos
para impactar poderosamente la vida a nuestro alrededor.
Hoy…El Espíritu Santo no solo quiere vivir en mi, sino que me quiere bautizar con su poder.
Señor, Gracias por darme la presencia dulce de tu Espíritu y hacer una obra de grandeza y poder dentro de mi. Me rindo ante ti con adoración. Amén.

miércoles, 30 de junio de 2010

EL PODER DE LA ORACION


Quien forma el hábito de la oración sincera, experimenta luego un cambio notorio y profundo en su vida.
La oración imprime huella indeleble en nuestros actos y en nuestro porte… Enciende en el interior del alma una llama en cuyos reflejos se mira el hombre a sí mismo. A esa luz ve su egoísmo, su vanidad, sus recelos, sus codicias, sus yerros. Con su calor se le desarrolla el sentido de sus deberes morales, se vuelve intelectualmente humilde. Y así el hombre empieza su jornada hacia las plenitudes del reino de la gracia.
Los que niegan la efectividad de la oración se me parecen a quienes para demostrar que de una semilla no puede brotar una flor, hundieran la semilla en lo oscuro de un sótano, y la privaran de todo riego. No existe más de un modo de probar que las doctrinas de Jesús son practicable: ponerlas en práctica.
Hoy, más que nunca, es necesaria la oración en la vida de hombres y pueblo. Por haber restado el sentimiento religioso la importancia que tiene esta el mundo al borde de la catástrofe. Hemos descuidado el manantial de cuantos puede darnos perfección y energía… Si se pone en acción nuevamente el poder de la intersección y se emplea en elevar la existencia de todos, hombres y mujeres, aun habrá de esperar que sean escuchadas nuestras oraciones invocando de Dios un mundo mejor.